La producción de vinos en Chile comenzó en los tiempos de la Colonia. En 1549 el conquistador Francisco de Aguirre, fundador de la ciudad de La Serena, plantó la primera viña en los valles semi áridos de la Región de Coquimbo haciendo una importante contribución a la historia de la producción vitivinícola. La primera cepa fue cosechada dos años después, un pionero en el cultivo y cultura de los viñedos en Chile, la perfecta aclimatación del cepaje importado desde España produjo importantes resultados. El clima Mediterráneo del Valle del Limarí es excelente para el crecimiento y producción de uvas debido a los largos períodos de soleado y las elevadas temperatura.